domingo, 10 de julio de 2016

Septiembre: bienvenidos al mes del aprendizaje

Acaba el verano, sí. Llegan los atardeceres tempranos y los amaneceres tardíos. Llegan los días de calor inesperados -el veranillo del membrillo-, y el frío llega y se sienta contigo en el sofá. Septiembre es ese mes de ni que sí ni que no, que ni azul ni naranja; una mezcolanza de sensaciones capaz de confundir a cualquiera. El aire deja de oler a sal y pasa a oler a vacío; pesa más y se posa en nuestros hombros. Un verano: dos meses mal contados de ganas, de alegría, de energía, y de sentimientos y planes en potencia, pero que muchas veces se queda en eso, en potencia, y no llegan a ser nunca. No llegan a ser nunca, o no siempre, o quizás no este verano y sí el siguiente


Para muchos el día de hoy, la transición a septiembre es sinónimo de tristeza, pero para mí nunca fue así. Por poco que me espere de cada verano, éste siempre acaba sorprendiéndome. Le debo mucho a esta estación del año a pesar de no ser mi favorita como ser tu mayor fan. Agosto es el mes de las enseñanzas por excelencia, al menos para mí. Este mes es al año como el atardecer es al día, teniendo la noche -septiembre- para reflexionar y aprender. Pero sobre todo para aprender. Miras atrás, y ves las huellas que dejaste en la orilla en aquel paseo por la playa. Siempre puedes volverte sobre tus pasos, y pisarlas para rehacer el camino, o decides coger uno alternativo. Septiembre es un mes infravalorado en cuanto a aprendizaje se refiere, y creo que todos le debemos una oportunidad. Yo por el momento, se la llevo preparando desde que llegó el 20 de agosto. El final del verano, la pesadilla del año, la tristeza, los adioses y las despedidas.

Yo… con mi maleta llena de experiencias acabo de llegar de mis vacaciones emocionales, ahí está tirada en el suelo dispuesta a ser deshecha.
Yo… estoy dispuesta a ir sacando una a una, para mirarlas y remirarlas, todas esas experiencias buscando en ellas aquella manchita, aquella arruga o aquella motita, la cual, por muy pequeña que sea, haga que aprenda de manera muy grande.
Yo… estoy dispuesta a recordar todos aquellos buenos momentos, y los no tan buenos -que por algo vinieron-, para conseguir sacar de todo ello una mejor versión de mí, siempre mirando por mí. Yo. Yo. 


Uno no disfruta del verano si no se entrega en totalidad a uno mismo. Sin un disfrute pleno de uno, se es incapaz de compartir con los demás. La paz crece dentro y cuando es lo suficientemente grande sale fuera y se hace visible. No se puede crear desde fuera para que llegue hacia dentro. Error garrafal.
Un verano no se disfruta si no estás en paz con tu interior, si no has cerrado las puertas al invierno para que el frío se quede allí dentro.

Un verano no se disfruta si no estás dispuesto a aprender.
Un verano no se disfruta si no estás dispuesto a crecer. Si no estás dispuesto a creer.
El sol no te parecerá tan bonito cuando se pone, si no estás dispuesto a verlo caer.

Por eso os recomiendo a todos, que como yo, cerremos este verano con grandes lecciones aprendidas sobre cómo ser la mejor versión de uno mismo, para que el verano que viene no sea un verano en potencia, si no que llegue a ser verano. Todo pasa por algo, y hay que aprovecharlo.
Pero ojo, para amar al verano, hay que enamorarse primero del invierno.


Visado y Documentos, Se tu mejor Fan

DOCUMENTOS

Además de los tradicionales documentos de identidad y seguro médico, algunos países exigen la reserva de hotel y un carnet de passage.

La ropa necesaria para los días de estancia, las vacunas pertinentes si se viaja a un destino exótico, los objetos imprescindibles que no se pueden olvidar en casa… La organización de un viaje al extranjero supone una preparación exhaustiva y cuidada al detalle… que se puede ir al traste si, antes de salir no se comprueba que toda la documentación esté en regla. Además de los documentos identificativos, determinados países como Rusia, Cabo Verde o China exigen presentar una reserva de hotel, demostrar que se tienen fondos suficientes para la estancia o contar con un carnet de passage. Los ciudadanos europeos pueden circular libremente dentro de los límites de la Unión, pero hay que prestar especial atención cuando se viaje a terceros países para ser tu mayor fan. No contar con la documentación precisa a la hora de emprender el viaje puede suponer no cruzar la frontera. El papeleo necesario dependerá del país que se quiera visitar, aunque DNI, pasaporte y visado son los documentos que se piden en la mayoría de los casos.

Pasaporte


Antes que nada hay que mirar el pasaporte, es obligatorio cuando vas a salir de la UE y aquí, aun que no te lo suelen pedir, no está de más. El pasaporte deber tener una fecha de extinción de más de 6 meses para poder entrar y salir correctamente del país. Con esto me refiero que si entras en Rusia cuando tienes 6 meses y 2 días, y vas a salir cuando te quedan 5 meses y 28 días para que caduque, no te dejan salir. Así que especial cuidado en este sentido. El pasaporte se puede tramitar en cualquier comisaría aun que si no quieres esperar unas cuantas horas a que te atiendan recomiendo pedir cita antes.

Permiso Internacional de Conducir



El Permiso Internacional de Conducir es un documento que expiden las Autoridades del país de origen del titular que lo solicita y es válido en los territorios de todos los Estados contratantes, con excepción del territorio del Estado contratante que ha expedido este permiso, es decir vale para cualquier país excepto en España, aquí deberemos llevar el carnet de conducir “de toda la vida”.

El período de validez del Permiso Internacional de Conducir es de un año a partir de la fecha de su expedición así que tiene un tiempo mas que necesario para que no haya ninguna clase de problemas en este sentido.

Todos los Estados miembros de la CEE aceptan como documento oficial para circular el carnet de conducir normal, pero nunca está de más llevarse el Permiso Internacional de Conducir ya que, por ejemplo en se tu mejor fan, para Rusia si hace falta.
Este Permiso se puede tramitar a través del RACC o por la DGT, en ambos casos cuesta dinero (unos 10€) y se necesita llevar un par de fotos tamaño carnet y el permiso de circulación nacional.

Tarjeta Sanitaria Europea


La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es el documento personal e intransferible que acredita el derecho a recibir las prestaciones sanitarias que resulten necesarias, desde un punto de vista médico, durante su estancia temporal por motivos de trabajo, estudios, turismo, en el territorio de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo y en Suiza, teniendo en cuenta la naturaleza de las prestaciones y la duración de la estancia, de acuerdo con la legislación del país de estancia.

La tarjeta sanitaria Europea se solicita e cualquier oficina de la seguridad social y tardan aproximadamente 1 semana en enviarlo a casa. Dura 2 años desde su entrada en vigor hasta su caducidad. No tiene validez en Rusia por lo que deberemos llevar otro seguro sanitario para esta zona.Para se tu mejor fan lo normal es contratar un seguro privado (unos 40€ al mes) y pedir que te tramiten la tarjeta internacional. Aquí tenemos empresas de bastante confianza como, por ejemplo, Sanitas.

La Carta Verde



La carta verde hace referencia a un documento que es denominado también “Certificado Internacional de Seguro” mediante el cual se garantiza la responsabilidad civil en que pueda involucrarse el usuario de un vehículo por hechos derivados de la circulación. Es decir, que se trata de un documento acreditativo de las coberturas, al menos la mínima obligatoria, establecida en el país o países donde debe surgir efecto.

En general no es necesaria para países de la Unión Europea pero tampoco está nunca de más. Para Rusia sin duda te lo piden, de hecho no te dejan cruzar si no la tienes. Pero hablaremos del tema del seguro en el apartado correspondiente.
La carta verde la emite cualquier aseguradora que tengamos con tan solo pedirla (no viene de serie normalmente) y tardaremos aproximadamente 4 días en recibirla en nuestro domicilio. En principio al ser expedida a través del seguro es gratuita, pero si tenemos una urgencia y no podemos esperar a recibirla, siempre se puede comprar en cualquier frontera por un importe aproximado de 45€.





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VISADOS


Rusia


Para Rusia hace falta visado que cuesta 60€ y hay que pedirlo con 3 meses de antelación si no quieres pagar un plus muy importante (de mas de 120€) por urgencia. Hasta aquí bien, se parece a lo de siempre. Pero la cosa viene ahora:

Para conseguir el visado hace falta tener un “voucher”: una invitación de la federación o de algún organismo oficial ruso. Y como se consigue esto?! Con mucha paciencia y por supuesto aireando la cartera. 30€ si lo tramitas por tu cuenta y con una entidad de Sankt-Petesburgo, si lo tramitas a través de una agencia de viajes y con una entidad de Moscú puede cobrar de 30 a 50€ más.

Conclusión para viajar a Rusia:

60€ Visado + 30€ Voucher (por tu cuenta) = 90€ para poder entrar.

Ó

60€ Visado + 30€ Voucher + 40€ gestión voucher = 130€ para poder entrar.

El visado se gestiona a través del consulado ruso de Madrid o Barcelona, el voucher ellos no te lo gestionan, hay que buscarse la vida por internet (que hay paginas que lo hacen) o en una agencia de viajes.

Y por último es 100% obligatorio llevar siempre encima la tarjeta de inmigración (por una ley que salió el año pasado. Te dan la tarjeta en aduana o debes ir a una comisaria en menos de 3 días a que te la den) y si te para la policía y no la llevas te detienen, cosa por supuesto nada agradable. (La gente que ha viajado allí dicen que hay muchísima policía por las calles)

Importante: Una cita con el consulado ruso cuesta 25€. Si, cuesta dinero. Y no se puede ir dos veces para hacer una misma gestión o consulta (no te dejan) por lo que, si vais a hacer una consulta aseguraos de que os queda todo claro, y si vais a hacer una gestión o pedir documentación que no se os olviden los papeles. No devuelven el dinero ni te cambian la cita si te falta algo de documentación por llevar.